jueves, 28 de junio de 2012

Héroe incomprendido


Exhausto de largos pesares
delirios de insomne locura
no cesa el dolor, nunca breve
que inunda mi ser, mi mente captura.

Ojos golosos metal dulce admiran
fulgir tenebroso, viveza dormida 
lágrimas gráciles y débiles oxidan
metal ponzoñoso sayón de mi vida

de aguda sonrisa ¿piadosa o malvada? 
sonrisa fría de enigmas cargada
rasgos humanos traen deformada 
un sueño borroso de un alma engañada

calor rebosante calor desatado
torna en gélido hielo de hondo calado

La Mort de Marat, Jacques-Louis David
océanos tibios de muerte púrpura
fúnebre lienzo de azul encarnado
muchos atrás ya te han contemplado
genios, villanos, todos igualados
doctos callan, poetas te ensalzan
dogmas vetustos de pecado hablan 

mi savia fluye ahoga mi rabia
mi savia fluye dó todo acaba
mar infinito, eterno caíd
por muchos descrito, ¡temido fin!

dogmas malvados hablan de pecado
largas condenas de fuego y espanto
¿mayor condena que la que ahora vivo?
cielo e infierno dos viejos amigos

egoísmo sufrido, en tí tu castigo
por los que mañana viven
legado incomprendido
¿locura febril?, ¿valiente cobarde?

Valiente que sufre, dolores y males
héroe en silencio sin lugar a alarde
vive el calvario, solitario, con nadie
sacrificio obviado de afasia fingida
un drama, tragedia en comedia convertida

Justa y honesta llega la muerte
quita la máscara de mi rostro inerte
¿egoísta o mártir? ¿valiente o villano?
sólo un pobre inocente, ahora ya malogrado.

No encontró paz en la triste vida
menos ahora cuando el placer expira 

¿piadoso salvador o cruel verdugo?
respuesta se esconde tras opaco muro
al fin lo traspasa quién ya nunca vuelve
tras el límite del fín la respuesta trasciende

ruegos erróneos, preguntas erradas,
solución de ecuaciones mal formuladas
no busques réplica, verdad absoluta
no existe, tan solo, cianuro y cicuta.



The Death of Chatterton,  Henry Wallis
Pintura del suicidio del joven poeta Thomas Chatterton, a sus 17 años.



No hay comentarios:

Publicar un comentario