viernes, 27 de octubre de 2017

Lo fútil de la existencia

Me tiro otra vez en el sofá. Después de otro día de mierda tirado a la basura. Otro de esos días en el que hasta la palabra vivir suena a pura ironía. Estoy un día más cerca de morir y aún así no he hecho nada nuevo hoy de lo que me sienta orgulloso. Tengo mil proyectos sin acabar, miles de libros sin leer, miles de canciones por escuchar, miles de personas, ideas, lugares, que visitar. Y lo jodido es que ni siquiera eso importa. Somos unos putos seres ridículos en el medio de la nada que hacemos cosas para que nos recuerden. Y eso es una mentira en sí misma. La mayor parte de los humanos que han vivido en esta fracción absurdamente pequeña de la historia del cosmos han llevado sus insulsas vidas de forma anónima. Han trabajado, arado la tierra, destrozado a otros seres solo para sobrevivir. Otros han tenido una muerte ridícula por razones ridículas e incluso han matado a otros. Sólo unos pocos han dejado una ínfima huella en algún lugar y momento del devenir de la civilización. Y ¿todo para qué? El sol morirá y la humanidad con él. Todo rastro de cultura se habrá borrado. Y después de eones de oscuridad y aburrimiento cósmico el propio universo perecerá, habiendo sido nosotros los únicos observadores de nuestra propia miseria.  

lunes, 17 de julio de 2017

El petirojo

Estaba el petirrojo pegando saltitos sobre la valla de madera como si nada, como si la discusión no fuera con él. Sabía que todas las historias sobre el color de sus plumas no eran más que fábulas sin mayor sentido que el que ellos querían imprimirle interesadamente. Ese plumaje anaranjado había ido creciendo con él y ahora le recordaba que ya era un adulto. Observaba a menudo los quehaceres de los humanos y le parecían fútiles menesteres sin ningún interés. No entendía el porqué de tanta adrenalina, tanta serotonina, tanta oxitocina. ¿Para qué tanta química cerebral, tanta euforia, tantas lágrimas, tantas cuestas arriba para después volver a bajar? ¿Para qué tomar tantas curvas para llegar al mismo final? ¿Qué utilidad tiene esa conciencia superior, más que para maravillarse de sí mismos? Al fin y al cabo acaban haciendo lo mismo que yo hago. Pensó el petirrojo mientras saboreaba un pequeño escarabajo. Bueno, realmente sólo hay una cosa que ellos no pueden hacer. Y de repente salió volando, alejándose de aquellos gritos.

domingo, 19 de marzo de 2017

Preguntas

Tantas preguntas en tan ínfimo instante,
que ni siquiera pudieron ser formuladas.
Como podían siquiera querer ser respondidas, si aún no naciendo y sin haber vivido estaban ya condenadas.
Preguntas vacías que entran y salen,
del mar de ruido donde yacen escondidas,
coletean y pelean entre ellas para ser atendidas.
Nada, no hay nada en este instante
para ellas; nada claro, solo ruido, claro.
Ruido negro y confuso.